Hace algún tiempo que no he pasado por aquí para saludarles y confío que más adelante continuaré comentándoles sobre “mi mundo”.
En esta ocasión, quiero aprovechar la oportunidad para desearles a todas las madres de Puerto Rico y el mundo que pasen un Día de las Madres muy especial junto a sus familiares y amigos. Es una ocasión para dar las gracias a nuestras madres por tanto cuidado, consejos, protección, apoyo, cariño, pero sobre todo y lo más importante por el amor que siempre nos brindan.
En mi caso y como madre puedo decir que los años han pasado demasiado rápido y ya mis dos hijos han crecido y gracias a Dios son hombres de bien. Y siempre, igual que antes, sus abrazos y cariño son mi motor para seguir adelante y le pido a nuestro Señor que me los proteja de todo peligro y todo mal.
Quiero mencionar y que llegue hasta la eternidad, dar gracias a mi madrecita por todo lo que hizo, tanto por mis hermanos como por mí. Ella fue el eje del hogar. Fue una persona de paz y de bien. Nos dio el ejemplo, el buen ejemplo, de especialmente esas dos palabras. Este año nuevamente estoy sin ella en este dia tan especial. Pero estoy segura que está disfrutando de todo en lo que creyó: la vida eterna. Aún sabiendo que está bien no puedo negar que… ¡Mami te extraño!
Bueno, no quiero ponerme muy sentimental, por lo que un abrazo fuerte a mis hermanas, cuñada, tías, sobrina, primas, amigas y muy especialmente a la abuelita de mis hijos.
Comparto esta frase que siempre me ha gustado mucho. Espero que a ti también te guste.
“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida.
Sin embargo… en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño,
perdurará siempre la huella del camino enseñado”.
Madre Teresa de Calcuta