En estos días sin estar buscando y como si me buscaran a mí llegaron a mis manos artículos sobre santuarios de animales para adopción en Puerto Rico. Así que decidí, que no era pura casualidad y poner un granito de arena y que ésta es una manera para compartir la información e incluir los links de estos lugares tan especiales.
Al ver estas páginas web o sitios veremos cuánta gente bonita trabaja con tanto amor hacia los animales abandonados.
Ambos santuarios son organizaciones sin fines de lucro. Podemos encontrar estos santuarios a través de los siguientes links:
http://santuariocanita.org/default.aspx
(foto tomada del sitio de Santuario de Animales San Francisco de Asís)
El Santuario de Animales San Francisco de Asis, Inc., localizado en Cabo Rojo, tiene como propósito albergar animales realengos, abandonados con necesidades especiales y proveerles tratamiento veterinario, un lugar seguro, buena alimentación, cuidado y amor.
Promueven como factores claves para erradicar el maltrato de animales en la Isla: la adopción responsable, la educación a la comunidad, y esterilizaciones y castraciones a bajo costo.
Adóptame (foto tomada del sitio de Santuario Canita)
El Santuario Canita de la Divina Misericordia está ubicado en el pueblo de Guayama en el Bo. Corazón. La misma se encarga de rescatar aquellos animales que han sido abandonados en las calle o maltratados por personas inescrupulosas; los curan, ponen en adopción y brindan un hogar de por vida a aquellos que no son adoptables.
¡Ambos santuarios necesitan de nuestra colaboración! Confío en que de una forma u otra puedas ayudar.
(foto tomada del sitio de Santuario Canita)
Con un sólo click puedes ayudarme! (foto tomada del sitio de Santuario de Animales San Francisco de Asís)
¡Gracias!
“La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una compasión por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral”. – Arthur Schopenhauer (Alemania, 1788-1860)